El agrónomo Agustín Garnero es el representante de ventas de la firma Stoller. Cuenta sobre los beneficios de los bioestimulantes, promotores del crecimiento y suplementos para sumar tecnología fina a la construcción del rendimiento del trigo.
El primer componente de rendimiento es plantas/m2 y es fundamental la generación temprana de área foliar para asegurarnos tener «plantas más competitivas» frente a malezas.
Por otro lado, la raíz es un órgano fundamental en la planta, tanto es así que el fundador de nuestra compañía, Jerry Stoller, la considera el «cerebro» de las platas. «El uso de bioestimulantes aplicados a la semilla contribuyen en gran medida al activo crecimiento y desarrollo de las mismas, lo que redunda en la generación de mayor cantidad y calidad de hojas. Contar con buen sistema radicular nos permitirá un uso más eficiente de los recursos sobre todo agua y nutrientes. Si bien el concepto puede resultar básico, actualmente se están observando muchos problemas vinculados al crecimiento y desarrollo radicular» agrega Garnero.
Micronutrientes: pequeñas cantidades, grandes beneficios
En la construcción de raíces no sólo intervienen hormonas promotoras del crecimiento, sino también nutrientes que son fundamentales para este proceso, algunos de ellos son: nitrógeno, fósforo, azufre, calcio, y no debemos olvidarnos de los micronutrientes, como por ejemplo Zinc y Boro.
«Otro aspecto clave a tener en cuenta es que micronutrientes no significa que sean menos importantes, solo implica que las plantas los necesitan en menor cantidad. Pero son indispensables para innumerables procesos vitales: desde la fotosíntesis hasta el crecimiento y desarrollo de todas las etapas fenológicas», continua Garnero.
Por ello, es fundamental antes de la siembra realizar un análisis de suelo para conocer cuáles con esos nutrientes sobre los que hay déficit e intentar reponerlos.
Aquí pueden escuchar el testimonio del ingeniero Garnero en el bloque del Campo y la Ciudad Radio por FM 104.1 de la ciudad de América.