«Pepe» así se lo conoce, es un médico que viaja desde el fin del mundo -como se la conoce a Tierra del Fuego- es fisiatra y traumatólogo, tiene casi 80 años y anda deambulando por todo el país para atender a sus pacientes. Le encanta la ciudad de América, cosechó aquí muy buenos amigos. Y él, a pesar de haber perdido una pierna tras un fuerte siniestro vial con una moto (estuvo en coma más de 30 días), de haber tenido un ACV, de que le haya explotado un calefón en su cara; dedica su vida a ayudar a personas con patologías neuromotrices, como el caso de Nicolás Moreno, a quien Pepe nombra permanentemente en la entrevista. «Nico es un guerrero, resucitó, y con la ayuda de electroestimulación y transferencia de tendones, logró manejar su silla de ruedas y posteriormente caminar, aunque no le sirva para todos los días».
Los invitamos a que ingresen al audio posteado en la web www.lanuevaprensa.com.ar y escuchen la nota ‘Mano a Mano’ con el periodista Nicolás Flores Duperou.
- Identidad: José Miguel González, médico fisiatra y traumatólogo. Hijo del fundador del centro de rehabilitación ALPI en la ciudad de Buenos Aires.
- Labor: Viaja por el país para atender a pacientes, demostrando un gran sentido del humor y su enorme voluntad a pesar de haber perdido una pierna. Ah, y además no cobra honorarios. Considera que el lucro con el dolor de la gente es «despreciable» y cree que es mucho más fácil obtener éxito con los pacientes cuando no hay dinero de por medio. Él siente que no ha trabajado en su vida porque disfruta lo que hace.
- “Estuve más de un mes en coma y me amputaron la pierna izquierda, pero eso no representó mayores trastornos”, remarcó con énfasis en la entrevista brindada en el estudio Mario Almirón de LNP Mulitmedios. Dijo que la desgracia la pudo minimizar a partir de sus conocimientos en la especialidad, «no fue nada que una prótesis no pudiera solucionar». Pepe primero estudió Rehabilitación en lo que hoy es la Asociación para la Lucha contra la Parálisis Infantil (ALPI), donde conoció a muchos pacientes y muchos otros los heredó de su padre, quien había sido uno de los fundadores de este que fue el primer centro de rehabilitación del país (1943) para tratar las secuelas de la Poliomielitis.
La frase destacada: “Es mucho más fácil tratar a los pacientes en sus lugares de origen. El tratamiento de un problema neuromotriz implica educar a la familia que contiene a ese paciente en su ámbito”. Audio completo de la entrevista en el programa Magazine Café por FM 104.1 América y 99.9 González Moreno. 




 
                                    