Los ‘Inspiradores Visionarios’ fueron los señores Bertero y López. América necesitaba una sala para proyectar películas y además un lugar donde se hacían espectáculos musicales, festivales de Boxeo, y otras yerbas. La gente llegó a hacer colas en la vereda para tener su lugar en la sala o en el ‘Gallinero’ como le decían a la parte superior.
«El 1 de setiembre de 2024 se cumplieron 94 años desde que en nuestra querida América, comenzó a funcionar el Cine Teatro Splendid. Muchos años de mi vida transcurrieron allí en mi adolescencia, fueron los años más gratos que he vivido de jovencito, conocí en primer término el amor y el respeto que me infundaron la familia de don Darío, Luis, Cacho y Rubén Bertero. Esa, mi segunda casa como yo la llamé siempre, está presente en mi mente con todo lo hermoso vivido en su interior» comenzó su relato Juanito Flores.
«Fui acomodador, caramelero, auxiliar en la cabina de proyección, hacía los mandados; en fin, para lo que fuera estaba. Ya un poco más crecido atendía el kiosco instalado en el interior de hall de entrada, cerca de la escalera que conducía al palco superior. Lo recuerdo tal como era, con su marquesina de aluminio al frente, donde la gente se protegía de la lluvia cuando salían a fumar un cigarrillo a la vereda . ¡Cuántos amigos coseché en esa etapa!. Inolvidables noches de cine, espectáculos de muy buen nivel, solistas y conjuntos nacionales de nuestro folklore subieron a su escenario para dejarnos sus más bellas canciones. Los artistas que venían de Buenos Aires a recrearnos en vivo, con un resumen de sus más destacados radioteatros que se emitían por radio Radio Porteña (hoy Continental) y que nos hacían volar la imaginación con solo escuchar las voces y los efectos especiales ‘artesanales’ que se emitían» remarcó en su escrito en la cuenta de Facebook.
«Y las noches de boxeo, un tema aparte, apoteóticas jornadas que un día me gustaría recordar con todos los detalles. Ya sé que no está más, ya sé que soy un melancólico, pero al menos déjenme recordarlo como era , en su esplendor año 1964 / 1969, en los que yo estuve allí. Y permítanme, dicho sea de paso, que al recordarlo como era entonces, las nuevas generaciones puedan ver e imaginar su interior…».