La selección local de fútbol del año 1984 fue un verdadero protagonista en territorio bonaerense. En el ambiente de la redonda se habló mucho de nuestros jugadores. América había derrotado primero a los equipos de nuestra zona, comenzando por Villegas y Trenque Lauquen. Fuimos derrotados en semifinales por un equipo profesional -el Olavarría de Amalita Fortabat y Loma Negra- formado por jugadores de renombre: Abelardo Carabelli quien jugó en la selección Argentina del 79 con Maradona y Ramón Díaz; Abel Alvez ex Boca Juniors; el arquero Luis Barbieri; Mario Husillos también ex Boca y San Lorenzo; todos jugaron los famosos Nacionales de la primera división de nuestro país.
La rivalidad con los “Rojos” de Trenque, venía de tiempos memoriales, tal vez desde que América se separó de ese partido al que pertenecía. Esa rivalidad encendía la pasión en los dos pueblos. Después fueron cayendo, Pahuajó, Necochea, Coronel Suárez, Bahía Blanca, y Balcarce. Fueron jornadas que convocaba la emoción y la exaltación de todo el pueblo de América. Se constituyó en el hecho deportivo más memorable que se recuerda en el partido de Rivadavia, en lo que respecta al fútbol. La adhesión de la población a nuestra Liga de Fútbol del Oeste, era total. Esto se traducía cada vez que nuestro equipo retornaba vencedor de los encuentros con equipos encumbrados como Bahía Blanca, Necochea, Balcarce o Coronel Suárez, la multitud esperaba a sus gladiadores del balompié en el acceso de la Ruta 33. El ómnibus y el camión de los Bomberos, acompañados por un cortejo de hombres y mujeres, avanzaba por el acceso rumbo a la Plaza a paso de hombre. Todos trataban de tocar la mano de los jugadores que saludaban desde las ventanillas. Ya frente a la municipalidad, no podíamos descender del ómnibus, el gentío era increíble.
Todo esto no me lo contaron, lo viví como médico del seleccionado. Acompañé al equipo a todos los partidos que se jugaron en la provincia. Fuimos semifinalistas de la provincia de Buenos Aires, estuvimos a un paso de jugar la Final en la ciudad de Mar del Plata y en el Estadio Mundialista.
Repasemos: En el partido con Loma Negra de Olavarría, por iniciativa del presidente de la Liga don Cándido Marcaida, hubo una ceremonia emotiva con suelta de globos y entrega de banderines; recuerdo este partido se perdió, pero honor a los jugadores, honor a los directivos, honor al pueblo. Aún conservo la plaqueta de reconocimiento que me otorgó la Liga del Oeste. Siempre recuerdo a nuestro técnico, Osvaldo Alonso; ese día no pudo terminar su discurso al recibir la plaqueta que premiaba su trabajo y trayectoria que nos llevó a tantos triunfos ya que la emoción y el sentimiento lo desbordó.
Perlitas de la Campaña: Cuando nos tocó jugar con Coronel Suárez su parcialidad aplaudió de pie a nuestros jugadores. Ellos eran: el ‘Flaco’ Erramouspe en el arco, el ‘Tulo’ Alonso, Mario Macciuci, Walter Paredero, Osmar Antonio, Jorge ‘Carretilla’ Rodríguez, Loiácono, Alzamora, Pedro García, Tresen, Geloso, el ‘Toco’ Luna, Santitos, Del Moro, Toledo, Lobianco, por citar a algunos, y tantos otros que hicieron historia en la Liga. El técnico era Osvaldo Alonso, que ya lo nombré, quien nos llevó a estos triunfos memorables. Para él había un estribillo que le cantaban los jugadores en el ómnibus, en son de broma y buena onda; esa canción decía: “Ahí lo tenemos a Alonso, está gordo como un oso, de fútbol no sabe nada y le dicen el estudioso”. Ocurrió que un periodista de la televisión le hizo un reportaje y ante los triunfos que obtenía la Liga del Oeste, dijo: “Su Técnico Osvaldo Alonso, es un Estudioso del Fútbol”. Creo que el periodista no se equivocaba.
Como médico de la Liga, tuve la satisfacción y el privilegio de acompañar a los jugadores, en todas las jornadas en que se disputaron los partidos; ese recuerdo está en mí y, me acompañará siempre. Vaya mi homenaje y afecto a esos jugadores que dieron lustre al deporte de América. Tuve el privilegio de compartir sus entrenamientos en la cancha de Atlético, también presenciar el trabajo en los camarines, donde el técnico daba las últimas instrucciones antes de salir al ruedo.
Algunos recuerdos: en Necochea, ellos eran locales, nos ganaron 4 a 3, y en el partido de vuelta en la cancha de Atlético, el primer gol lo convirtió uno de los hermanos Portugal. Empezamos perdiendo 1 a 0, ellos tenían todo para clasificar, no podían perder ese partido. Pero el destino determinó otra cosa. La Liga de América, lo dio vuelta, nos pusimos 2 a 1 arriba. Pero con eso no alcanzaba. Faltaban pocos minutos y Necochea se estaba clasificando. Cuando creímos que todo estaba perdido, apareció Carretilla Rodríguez. Paró con el pecho un avance adversario y se jugó la heroica, avanzó imparable, se llevó todo por delante y ya cerca del área, habilitó a Santitos de Cuenca por la derecha, éste eludió a dos defensores con la habilidad que lo caracterizaba, y sacó el centro. En el área chica estaba Mario Macciuci que, sin dejar que el balón cayera al suelo, se elevó en el aire y de “Tijera” sentenció el gol del triunfo. Inolvidable gol, inolvidable partido.
Nuestro fútbol, nuestras proezas de la década del 80. Fuimos verdaderos protagonistas.
Texto por Víctor Orellana. Imágenes José María Quintana.