El titular de la empresa América Pampa que reside en nuestra ciudad, iba en su camioneta el viernes por la tarde y a plena luz del día, cuando en una esquina al parar por un semáforo se le aproximan dos motos con cuatro individuos que le rompen todos los vidrios del vehículo y en menos de un minuto le robaron una notebook, algo de dinero y documentación personal.
Diego Álvarez iba circulando en su vehículo (solo) frente a la altura del Hipódromo de San Isidro el viernes por la tarde, cuando al parar por estar un semáforo en rojo, resultó violentamente asaltado y despojado de sus pertenencias. «La situación no debe haber durado más de un minuto, pero parece eterno, y no sabés qué hacer. Hasta uno se imagina que le pueden pegar un tiro» nos detallaba el empresario en comunicación telefónica con nuestro multimedios. El pasado viernes a las 15 horas en la esquina de avenida Márquez y Carman, muy cerca del Hipódromo de San Isidro (zona norte del Gran Buenos Aires) Diego Álvarez vivió momentos muy tensos cuando fue asaltado por 4 personas que iban en motos. «La verdad que si tenían armas o no, no me di cuenta, fue todo muy rápido y el temor por ahí te paraliza un poco» decía el vecino de América. «Parás en el semáforo, aparecen 4 tipos en dos motos, destrozan las 4 ventanillas y por un instante sentís miedo por tu vida. Se terminan llevando lo que encuentran: la compu, tus notas, tus archivos, tu trabajo… que también es trabajo y empleo para otros. Y terminás agradeciendo que haya sido sólo eso. ¿Agradeciendo?. Qué bajo ha caído esta patria che. Gracias que los motochorros no me mataron, gracias que la policía, si bien no apareció por el lugar de los hechos, no se negó a tomarme la denuncia (a juzgar por su actitud, ganas no le faltaron), y gracias que cuando me tomaban la denuncia no me preguntaron si me molestaba que fumara (a ver si yo le decía que sí y al agente le caía mal). Gracias que cuando su compañero cana entró a la oficina y se le cayó la escopeta al suelo adelante mío, estaba descargada, siempre se puede estar peor» escribía el empresario en las redes sociales. «Gracias por todo patria mía, y perdón por ser tan exigente. Ah… y el último que apague la luz…» reflexionada Álvarez.