Guido Lorenzino – en su rol de defensor del pueblo de la provincia de Buenos Aires – tomó la determinación de legalizar el reclamo sobre ciertas obras que podrían realizar las provincias limítrofes para desagotar sus cuencas.
En efecto, el Defensor Provincial advirtió a los gobernadores Carlos Verna (La Pampa) – Mguel Lisfschitz (Santa Fe) – Juan Schiaretti (Córdoba) – y al Ministro del Interior, Rogelio Frigerio – «porque si realizasen cualquier hecho físico que altere las condiciones naturales de escurrimiento para el paso de las aguas desde esas provincias hacia Buenos Aires, se presentará ante la Justicia para defender los intereses de los bonaerenses».
El conflicto interprovincial surgió tras la inundación provocada por la crecida del Río Quinto, que lleva un gran caudal de agua desde el sur de Córdoba hacia los límites pampeano-bonaerense. Frente a esta situación, vecinos alertaron sobre algunos movimientos antinaturales para drenar las aguas acumuladas de las provincias «aguas arriba» hacia el territorio de Buenos Aires, que afecta seriamente los derechos de los ciudadanos.